Curry 2022: Más que lógica

El peso de la duda

He analizado cientos de partidos de playoffs—no por entretenimiento, sino como ritual. Cuando revisé los datos de las Finales 2017–18, algo me impactó: Stephen Curry tuvo dos partidos con menos de 20 puntos bajo presión defensiva extrema. No porque jugara mal—sino porque la liga se inclinaba demasiado para detenerlo. Ese momento me inquietó… incluso a mí, como fanático desde siempre.

El crisol de 2019

Luego del draft de 2019: Durant se fue. Klay lesionado. Un estrella a los 31 años mirando su última oportunidad para ser inmortal. El mundo dijo ‘desaparece’. Pero él explotó: 47 puntos en el Game 5 bajo una defensa box-1 tan opresiva que parecía respirar con algodón mojado. Promedió 30 ppg en la serie—sin premio MVP (de nuevo), pero sus números gritaban la verdad.

Reconstruyendo desde cero

Después llegó el verano de 2020: los Warriors eligieron draft picks como si fueran actores en una comedia. Todos pensaron que era hora de reconstruir—excepto Curry.

No solo jugó bien; se elevó más allá del nivel elite en un año que debería haber sido débil. Lesiones clave? Sí. Descanso post-playoffs? Sí. Quedarse atrás por dos juegos? Doble sí.

Pero aquí donde la estadística se encuentra con la poesía: tras el Game 4 de las Finales 2022—perdido por dos a uno—la estrategia de los Celtics colapsó no por suerte… sino porque sus planes no pudieron contener una voluntad pura.

La noche que rompió física

Game 4: Steph anotó 43 puntos sin ayuda real del resto del equipo—sí, incluso del banquillo, que apenas influyó esa noche.

Sin compañero estrella como Kyrie o Anthony Davis para compartir carga. Sin ancla defensiva como Al Horford o Rudy Gobert para salvarlo. Solo un hombre en el centro del escenario—con todos los ojos sobre él—and entregando bajo presión insoportable.

Y luego llegó el Game 6: otro asalto completo, y el silbato final sellando un campeonato que nadie vio venir.

Sus estadísticas? Promedio de 31 puntos por partido, superando al segundo mejor compañero en +13 puntos—aunque Jordan o LeBron nunca lograron eso en circunstancias similares. El premio MVP lo ganó otro… pero esta vez… todos sabíamos la verdad.

Por qué importa más allá de los títulos

Este no fue solo sobre ganar anillos—fue sobre redefinir qué significa ‘campeón’ cuando te dicen que ya pasaste tu mejor momento. Los datos no mienten: Curry fue más eficiente después de los 30 años que nunca antes—even mientras cargaba un equipo casi irrelevante según estándares ligueros. Pero aún así… algunos discuten si mereció FMVP? Honestamente? Eso dice más sobre sesgos percibidos que sobre métricas reales.

Para mí—así como analista como admirador—no necesitaba otro título para ser legendario… Pero conseguirla siendo ampliamente desafiado? The perfect cherry on top of an already immortal career.